Cosméticos no comedogénicos: ¡No hay posibilidad de impurezas en la piel!
Las mujeres lo sabemos: en cuanto aparece un grano en la cara, entramos en pánico. Estas estupideces son simplemente molestas y siempre llegan exactamente en el momento equivocado. Pero tenemos mucho corrector, maquillaje y polvos a mano para simplemente tapar el sufrimiento. Sólo se vuelve estúpido cuando el grano se niega a sanar y, en cambio, se hace cada vez más grande bajo la capa que lo cubre.
Esto puede tener una causa muy sencilla: su piel reacciona con sensibilidad a las sustancias comedogénicas que se utilizan en productos de cuidado y cosméticos. Pero, ¿qué significa realmente “comedógeno”? ¿Existe alguna solución al problema?
Comedón es el término técnico para el precursor del grano, es decir, el punto negro. Y no es más que un poro obstruido. Si la piel tiene demasiadas callos, las glándulas sebáceas se obstruyen y se dilatan. Esto provoca poros dilatados y puntos negros y espinillas.
Por cierto, el problema no tiene nada que ver con la falta de limpieza de la piel, sino que depende del tipo de piel. La piel grasa y mixta tiende a desarrollar impurezas mucho más rápidamente que la piel seca. Se trata de un cuidado adecuado y eso nos lleva de nuevo a las sustancias comedogénicas.
Todos los ingredientes que obstruyen los poros se denominan comedogénicos. Y si están contenidos en tus productos de limpieza, cremas o maquillaje, tu rutina de cuidados es simplemente contraproducente.
Muchos fabricantes ahora etiquetan sus productos como no comedogénicos, lo que hace que sea mucho más fácil encontrar el correcto. Lo mejor es mirar atentamente la lista INCI de sus productos: no deben incluirse sustancias como la lanolina, la parafina, la manteca de cacao o el aceite de coco, trigo o oliva.