Piel rallada: así es como se controla la queratosis piramidal
¡El verano está aquí! El sol brilla y por fin puedes volver a ponerte camisetas, tops y vestidos. Y es precisamente en esta situación de la ropa donde los pequeños y grandes defectos de nuestra piel vuelven a aparecer. Por ejemplo, esas estúpidas bolsas en la parte superior de mis brazos y piernas que parecen un poco como piel de gallina. El problema tiene un nombre: Queratosis Pilaris, que significa “piel rallada”.
Este problema genético de la piel es un trastorno de la queratinización de la piel causado por una sobreproducción de queratina. La proteína del cuerpo es el componente básico de nuestro cabello y uñas y proporciona estabilidad al tejido de la piel. Para cualquier persona afectada por la queratina, el cuerpo produce demasiada queratina, que luego se acumula en los folículos pilosos de la piel, obstruyendo los poros y, por lo tanto, engrosando la capa externa de la piel. Así surgen los típicos granos de la queratosis pilar.
La mala noticia: este trastorno de la piel no se puede curar. La buena noticia: por un lado, la piel rallada se debilita por sí sola con la edad y, por otro lado, con el cuidado adecuado se puede tratar bien y mejorar de forma sostenible. La base es una higiene personal minuciosa. Las zonas de la piel afectadas deben limpiarse al menos una vez al día con una loción limpiadora suave sin jabón. Un peeling habitual, por ejemplo con sal marina, elimina las capas superiores de la piel y, por tanto, puede aflojar los callos. Y muy importante: ¡nata, nata, nata! Es mejor usar una crema o loción que contenga urea, porque la urea retiene la humedad de la piel y contrarresta los callos.
Pero no es sólo el cuidado lo que ayuda a reducir las molestas pústulas. Ahora en verano, gracias a la exposición al sol, la piel mejora ya que el cuerpo produce más vitamina D que fortalece la piel. En invierno puedes cuidar tu piel con visitas periódicas al solárium. Pero no se exceda, porque el efecto positivo, por supuesto, todavía se ve contrarrestado por el riesgo de envejecimiento prematuro de la piel y cáncer de piel. Las sesiones regulares de sauna también pueden aliviar la queratosis piramidal, ya que pueden purificar la piel y hacer que los peelings posteriores sean aún más efectivos.
No es de extrañar que la dieta también influya en la piel rallada. El gluten, por ejemplo, puede tener efectos negativos, pero conviene aclarar con un especialista si realmente se tiene intolerancia al gluten. En general, una dieta equilibrada con muchas vitaminas y nutrientes tiene un efecto positivo en el cutis. Y beber mucho, sobre todo ahora en verano. Debe ser al menos 2 litros al día, preferiblemente agua y la menor cantidad posible de refrescos azucarados.